Calcita

En esta sección puedes comprar piezas de calcita en una amplia variedad de formatos. Combinaciones exclusivas con otros minerales como pirita, cuarzo, siderita, fluorita, fluorapatito, boulangerita y muchos más ¡Pero eso no es todo! También encontrarás piezas únicas y fascinantes, como la calcita con galena, esfalerita, rosasita o auricalcita, ideales para cualquier coleccionista.

Comprar Calcita

La calcita es un mineral fascinante y ampliamente apreciado por coleccionistas de todo el mundo. Su variedad de colores, formas y combinaciones con otros minerales la convierten en una pieza imprescindible en cualquier colección.

La calcita es un mineral compuesto principalmente por carbonato de calcio (CaCO3). Se forma en una gran variedad de ambientes geológicos, desde depósitos sedimentarios hasta cavidades volcánicas y grietas hidrotermales. Es uno de los minerales más comunes en la corteza terrestre, pero su belleza y variedad la convierten en un mineral codiciado entre los coleccionistas.

Caracteristicas de la Calcita

La diversidad cromática de la calcita y las formaciones como romboedros, prismas y drusas, hacen de la calcita una de las favoritas entre los coleccionistas y un mineral imprescindible en cualquier colección.

Además, la doble refracción de este mineral es una característica óptica única que causa que los objetos aparezcan dobles cuando se observan a través de un cristal transparente, siendo especialmente notable en la calcita óptica, conocida como espato de Islandia.

Composición química

Está compuesta por carbonato de calcio (CaCO₃). Su estructura cristalina se basa en el sistema trigonal con una disposición hexagonal. La fórmula química de la calcita es la misma en todas sus variedades, aunque las impurezas presentes pueden influir en los diferentes colores que presenta este mineral

Dureza

Tiene una dureza de 3 en la escala de Mohs, lo que la hace relativamente suave en comparación con otros minerales. Por lo tanto, requiere un cuidado especial para evitar rayaduras. A pesar de ello, sigue siendo muy apreciada debido a sus formaciones cristalinas únicas y la variedad de combinaciones que se pueden encontrar con otros minerales.

Color

El color de la calcita varía según las inclusiones e impurezas presentes. Las variedades más comunes incluyen la blanca (calcita óptica), amarilla (calcita miel), naranja (con tonos cálidos y vibrantes), azul (comúnmente encontrada en México), verde (rara y valiosa) y rosa (suave y delicada). También se pueden encontrar tonalidades como gris, marrón, rojo y negro.

Sistema cristalino

La calcita tiene un sistema cristalino trigonal. Sus cristales suelen formarse en romboedros, la forma cristalina típica, u otras estructuras geométricas con simetría trigonal, como escalenoedros, prismas y drusas.

Fractura

La calcita presenta una fractura concoidal y perfecta en tres direcciones, lo que significa que al romperse forma superficies curvas y lisas, como las de una concha. Esta propiedad es característica de minerales con una estructura cristalina compacta y uniforme.

Brillo

El brillo de la calcita puede ser vítreo o terroso. En su forma cristalina más pura, refleja la luz de manera que crea un efecto translúcido y brillante. Este brillo se mantiene incluso en las variedades de calcita con impurezas, lo que la convierte en un mineral visualmente atractivo.

Variedades de Calcita

La calcita es conocida por su increíble variedad de colores, tonalidades y formas, lo que la convierte en una de las piedras más apreciadas entre los coleccionistas. Cada variedad tiene características únicas que la hacen especial y codiciada. A continuación, se detallan algunas de las variedades más comunes:

Calcita amarilla: También conocida como calcita miel, presenta tonos dorados brillantes y cálidos que evocan la calidez del sol. Es una variedad apreciada por su color vívido y su brillo.
Calcita azul: A menudo encontrada en México, esta variedad es más rara que otras, con tonos que varían desde el azul claro hasta el azul profundo. Su color se debe a inclusiones de cobre o cobalto, lo que la hace especialmente atractiva.
Calcita blanca: La más común, también llamada calcita óptica, se caracteriza por su claridad y pureza. Sus cristales transparentes tienen la propiedad óptica de la doble refracción, lo que la convierte en una pieza imprescindible para coleccionistas y científicos.
Calcita naranja: Tiene un color brillante y vívido que la hace destacar en cualquier colección. Sus tonos anaranjados provienen de inclusiones de hierro, dándole un aspecto cálido y enérgico.
Calcita rosa: Suave y delicada, ideal para las colecciones más refinadas. Los tonos rosados de esta variedad provienen de inclusiones de manganeso, aportando una belleza serena y romántica.
Calcita verde: Rara y valiosa, ofreciendo un atractivo visual único. El color verde de esta variedad es resultado de inclusiones de minerales como cobre o hierro.

Además de estas variedades principales, la calcita también puede encontrarse en otras tonalidades como gris, marrón, rojo y negro, cada una aportando su propia belleza y singularidad al mundo de los minerales.

Calcita natural en diferentes combinaciones

Estas variaciones de color hacen de la calcita un mineral increíblemente versátil y buscado por los coleccionistas. Además, en nuestra tienda de minerales ofrecemos una gran variedad de piezas de calcita para coleccionistas. Desde calcitas en bruto, pasando por piedras y minerales pulidos, hasta combinaciones con otros minerales como pirita, cuarzo, siderita, fluorita y más.

Calcita con fluorapatito, arsenopirita, cuarzo, siderita y moscovita: Piezas que combinan la calcita con minerales raros y valiosos, creando una mezcla fascinante. El fluorapatito añade tonos verdes y azulados, mientras que la arsenopirita aporta un brillo metálico.
Fluorita, calcita y pirita: Una combinación llamativa de fluorita y calcita con la pirita, que añade un brillo dorado a la pieza. La fluorita aporta colores vibrantes, mientras que la pirita proporciona un contraste dorado brillante.
Calcita, pirita, esfalerita y cuarzo: Combinaciones que resaltan la diversidad mineral de la calcita con otros minerales igualmente impresionantes. La pirita y la esfalerita aportan colores metálicos, mientras que el cuarzo añade claridad y brillo.
Calcita y barita: La calcita se presenta junto a la barita, formando patrones complejos y atractivos. La barita puede añadir tonos blancos, amarillos o azulados, complementando perfectamente la calcita.
Calcita con rosasita, auricalcita, olmiita, dioptasa y otros minerales raros: Estas piezas exclusivas ofrecen una visión única de las combinaciones minerales raras con calcita. La rosasita aporta tonos azul verdosos, mientras que la auricalcita y la olmiita añaden colores brillantes y exóticos.
Calcita con galena, boulangerita y tetraedrita: El brillo metálico de estos minerales añade un contraste visual único con la calcita. La galena, con su brillo plomizo, y la boulangerita, con sus tonos grisáceos, crean combinaciones llamativas y singulares.
Calcita con cuarzo: El cuarzo aporta una claridad y brillo únicos cuando se combina con calcita. Los cristales de cuarzo pueden ser transparentes, ahumados o incluso rosados, creando piezas de gran atractivo visual.

Calcita para coleccionistas

Seleccionar la pieza perfecta de calcita para una colección puede ser una tarea desafiante debido a la amplia variedad de colores, formas y combinaciones en las que se presenta este mineral. Sin embargo, algunos consejos clave pueden ayudarte a encontrar la pieza ideal.

Claridad y transparencia: Uno de los primeros aspectos a considerar es la claridad y transparencia de la calcita. Las muestras claras y limpias son generalmente más valiosas y apreciadas entre los coleccionistas. La transparencia resalta la belleza natural del mineral y, si es una calcita óptica, permite apreciar su propiedad de doble refracción. Por ejemplo, la calcita blanca (también llamada espato de Islandia) es conocida por esta característica. Asegúrate de que las piezas no tengan demasiadas inclusiones o impurezas, ya que pueden afectar su atractivo visual.

Color: El color es otro aspecto fundamental al elegir una pieza de calcita. Este mineral puede variar desde blanco, amarillo, naranja, rosa, azul, verde y más, dependiendo de las inclusiones e impurezas presentes. Cada color tiene su propio atractivo, pero en general, los tonos vivos y homogéneos en piezas sin combinaciones son preferidos. La calcita miel (amarilla), la calcita azul de México, la calcita verde y la calcita rosa son algunas de las variedades más buscadas. Al seleccionar una pieza de calcita, busca colores brillantes y saturados, ya que estas piezas suelen ser más valiosas y apreciadas por los coleccionistas.

Formación cristalina: La formación cristalina también juega un papel crucial en la selección. Los cristales bien formados y claramente definidos son los más apreciados. Los romboedros, escalenoedros y prismas hexagonales son formas comunes en la calcita, y cada una ofrece un atractivo visual único. Los cristales en romboedros son típicos de la calcita y suelen ser una de las formas más comunes. Los escalenoedros, por su parte, tienen caras inclinadas como pirámides, lo que les da un aspecto distintivo. Además, los cristales en prismas hexagonales pueden terminar en pirámides de seis caras, añadiendo variedad y complejidad a las piezas.

Combinaciones: Las piezas que combinan calcita con otros minerales suelen ser más valiosas y atractivas. La calcita a menudo se encuentra en combinación con minerales como pirita, cuarzo, galena, fluorita, siderita y muchos otros, creando contrastes visuales únicos. Por ejemplo, la combinación de calcita con pirita ofrece un brillante contraste dorado, mientras que la calcita con cuarzo puede presentar una interesante mezcla de claridad y color. Busca combinaciones atractivas y raras para añadir un toque especial a tu colección.

Origen geográfico: El origen geográfico de la pieza también es importante, ya que algunas regiones son conocidas por producir variedades únicas de calcita. La calcita azul, por ejemplo, se encuentra a menudo en México, mientras que la calcita miel (amarilla) proviene de diversas regiones de Europa, incluida España. La calcita óptica (blanca) proviene de Islandia y México. Conocer el origen geográfico puede ayudarte a valorar su rareza y determinar su autenticidad.

Siguiendo estos consejos, podrás encontrar la pieza de calcita perfecta para tu colección, una que combine la claridad, el color, la formación cristalina, las combinaciones minerales y el origen geográfico de manera equilibrada.

Varios factores influyen en el valor de una pieza de calcita:

Rareza: Determina si el mineral es común o raro. Las variedades como la calcita azul y la verde son más valiosas por su escasez.
Pureza: Evalúa si tiene inclusiones o impurezas. Las piezas puras y limpias son más apreciadas.
Tamaño: Las piezas más grandes suelen ser más valiosas. Sin embargo, la calidad del cristal también es importante.
Combinaciones: La presencia de otros minerales puede aumentar su valor. Busca combinaciones con minerales como pirita, cuarzo, galena y siderita.

Para mantener la belleza y la calidad de tus piezas de calcita, es fundamental seguir algunas pautas clave de cuidado y conservación. La calcita es un mineral relativamente suave, con una dureza de 3 en la escala de Mohs, lo que la hace propensa a rayaduras y daños. Además, algunas variedades son sensibles a productos químicos y a la luz solar.

Limpieza: La calcita es susceptible al ataque de ácidos y productos químicos fuertes, por lo que es importante evitar el uso de limpiadores domésticos y vinagre. Para limpiarla correctamente, llena un recipiente con agua tibia y añade una pequeña cantidad de jabón suave, como detergente para platos. Coloca la pieza de calcita en el agua y usa un cepillo de cerdas suaves para eliminar el polvo y la suciedad. Evita frotar con fuerza para no rayar la superficie. Luego, enjuaga con agua limpia para eliminar los residuos de jabón y sécala con un paño suave o déjala secar al aire.

Es mejor no usar limpiadores ultrasónicos, ya que pueden causar daños en los cristales, especialmente en las piezas más delicadas. La limpieza manual es la opción más segura.

Almacenamiento: Para proteger tus piezas, guárdalas en un lugar seco, lejos de fuentes de humedad como baños o cocinas, ya que la humedad puede opacar su brillo natural. Los estuches acolchados son ideales para proteger las piezas pequeñas, mientras que las vitrinas con luz controlada son recomendables para las piezas más grandes. Asegúrate de que haya buena ventilación para evitar la acumulación de humedad.

Coloca las piezas de calcita separadas entre sí para evitar que se rayen entre ellas. Usa divisores de tela o espuma en los estuches si tienes varias piezas pequeñas. Evita colocarlas en estantes donde puedan caer o recibir golpes.

Exposición al sol: La luz solar directa puede causar decoloración y deterioro en algunas variedades. Para evitarlo, coloca las piezas lejos de ventanas y fuentes de luz solar directa. La calcita puede perder su color si se expone al sol durante largos períodos. Si usas vitrinas, asegúrate de que tengan luz controlada o iluminación artificial, como LED, que no emite calor.

Manejo y transporte: Para evitar manchas de aceite y huellas dactilares en las piezas, usa guantes de algodón o látex. Sostén las piezas firmemente pero con suavidad, colocando una mano debajo para brindarles soporte adicional.

Si necesitas transportar la calcita, envuelve cada pieza individualmente en papel burbuja o tela suave y colócalas en una caja rígida con relleno para evitar que se muevan.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener la belleza de tus piezas de calcita y asegurarte de que permanezcan en las mejores condiciones posibles para su exhibición o colección.

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